Los sectores que la Agencia Tributaria vigilará por su mayor uso de dinero en efectivo
La Inspección de Hacienda controlará a los autónomos que utilicen dinero en efectivo, según consta en el Plan Anual de Control Tributario de 2021. Estos son los sectores que están en el punto de mira y éstas son las pautas que siguen los inspectores para detectar irregularidades.
Una de las razones por las que un inspector puede realizar este año una visita al negocio de un autónomo es el uso del dinero en metálico. Una vez más, la Inspección de Hacienda vuelve a centrar parte de sus esfuerzos en aquellos negocios en los que se utiliza el efectivo con el objetivo de reducir el fraude fiscal. Una forma de operar que afecta especialmente a los trabajadores por cuenta propia ya que, según el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), forman parten de los sectores donde más se utiliza el dinero en metálico, es decir, las actividades que están de cara al público.
Se trata de un actuación de vigilancia que no es nueva y que se lleva haciendo varios años. De hecho, precisamente el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2021, en vigor desde el pasado febrero, vuelve una vez más a fijar el cerco sobre aquellas actividades económicas en las que se utiliza especialmente el dinero en efectivo, con el objetivo de reducir el fraude fiscal.
Está dentro del Plan de Control Tributario para 2021
En la norma, donde se refiere a la investigación y las actuaciones de comprobación del fraude tributario y aduanero, se recoge dentro del apartado de ‘actuaciones’ que una de las ejecuciones que la Agencia Tributaria mantendrá a lo largo de 2021 es “la presencia de la Administración en aquellos sectores y modelos de negocio en los que los niveles de economía sumergida puedan generar una especial percepción social, con especial observancia del uso de efectivo en cantidades superiores a las legalmente establecidas”.
Además, y perteneciendo al bloque de ‘otras actuaciones de control sobre el cumplimiento de la normativa interna’ se recoge también “el control del dinero abonado en efectivo en el marco de las transacciones económicas suele estar muy vinculado con la economía sumergida, por lo que con independencia de cuáles son los límites cuantitativos que se encuentren vigentes de acuerdo con la normativa aplicable, las operaciones en efectivo continuarán siendo objeto de atención una vez más por parte de la Administración tributaria”.
Esto viene a decir, que la Agencia Tributaria a través de su organismo inspector vigilará especialmente los negocios en los que se utilice el dinero efectivo, para reducir los niveles de fraude fiscal.
¿Cómo detectan los inspectores de Hacienda que se está cometiendo fraude en un negocio?
La Agencia Tributaria es capaz de detectar cuando un negocio está cometiendo fraude con el uso del dinero en efectivo. La clave está en observar el comportamiento y funcionamiento de diferentes tipos de negocios por zonas, y focalizarse en aquellos que tenga “una actividad llamativa”.
“Actividad llamativa” no es otra cosa que la diferencia entre las cuentas que presenta un autónomo o pequeño negocio, frente a las que puede presentar otro de la misma actividad, en la misma zona geográfica. Hay ocasiones en las que viendo la contabilidad de las empresas se pueden ver esos incumplimientos y se puede detectar como un empresario no está declarando ese dinero en metálico.
En este sentido, existen dos tipos detección:
1.- Por no incluir el dinero metálico
Hay actividades contables de los negocios que “saltan” porque sus operaciones no se asemejan a lo que ocurre en el resto de actividades. Imaginemos que en Cuenca hay una serie de pizzerías en las que se puede pagar tanto con tarjeta, como en efectivo. Sin embargo, uno de ellos sólo declara las facturas de las operaciones que le pagan con tarjeta. Se trata de una situación rara y es muy fácil que un negocio con este tipo de comportamientos entre en el plan de comprobación porque no cumple con los ratios.
Los ratios que comprueban los inspectores son muy variados, pueden ir desde la relación del negocio con los empleados, hasta el margen bruto de las compras. Se comprueban todos aquellos aspectos que puedan indicar que un negocio está facturando en B. Esto hace, siguiendo con el ejemplo anterior, que una pizzería que con más o incluso el mismo número de empleados facture menos que otra de la zona, sea sospechosa.
2.- Por sólo incluir el dinero metálico
Asimismo, los inspectores de hacienda se suelen encontrar con otro tipo de casos y son aquellos establecimientos en los que sólo se usa efectivo. Es fácil que un autónomo reconozca que no le compensa pagar comisiones bancarias por la instalación de un datáfono y sólo admita pagos en efectivo.
En este tipo de situaciones los inspectores analizan los elementos que están detrás de la actividad. Como, por ejemplo, el hecho de que un negocio compre más material o productos de los que dice vender. Es un caso muy habitual. Se compra material, que se vende y que luego no se declara. Normalmente, cuando se piden explicaciones sobre dónde está el stock, las explicaciones que suelen dar los empresarios son tardías e inconsistentes, como que se les ha estropeado el género y han tenido que tirarlo.
Por eso, y para comprobar que el empresario está diciendo la verdad y no está fingiendo se observa la vida personal del autónomo. Se analiza el estilo de vida que mantienen a través del análisis de la adquisición de vehículos o inmuebles, las vacaciones, las compras de las tarjetas de crédito, etc. Todo ello para determinar si el negocio está funcionando y no se está declarando debidamente, o por el contrario la actividad no es rentable y es cierto que se ha tenido que prescindir de esa materia prima.
El Gobierno quiere reducir el límite del dinero en efectivo a 1.000 euros
El Gobierno trabaja en estos momentos, a través del Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal, en reducir el límite de las operaciones efectivas entre los autónomos. De esta forma, las operaciones pasarían de los 2.500 euros actuales a 1.000 euros con la meta de reducir el fraude fiscal. Con la bajada de este límite, los trabajadores por cuenta propia ya no podrían realizar operaciones superiores a los 1.000 euros en metálico al comprar o vender a otros empresarios.
Fuente: https://www.autonomosyemprendedor.es/