La Agencia Tributaria prevé intensificar este año su lucha contra la ocultación de ingresos e impago de impuestos aumentando la vigilancia de los negocios en base a estos tres aspectos: no tener medios de pago bancario -datáfono- en la empresa (o exigir el abono en metálico), trabajar directamente con el consumidor final o tener indicios externos de riqueza o de rentas altas que no se corresponden con los ingresos que se están declarando.

1- No admitir pagos por medios bancarios

Éste sería uno de los principales aspectos que tienen en cuenta los inspectores para incluir un negocio en el plan de actuación. «Si a día de hoy una empresa no admite pagos por medios bancarios es que todo lo que ingresa lo ingresa en efectivo, por lo que es susceptible de incluirse en el plan de comprobación para verificar si declara todo lo que ingresa», explicó el secretario general de Gestha.

Además, según Mollinedo, «también se verifica a aquellos que hacen precisamente lo contrario. Si admiten pagos por medios bancarios y sólo declaran lo que ingresan por datáfono es un indicio importante. Normalmente, ninguna empresa cobra sólo por tarjeta y si un negocio sólo está ingresando por esta vía puede deberse a que no está declarando lo que factura en efectivo».

2- Trabajar directamente con el consumidor final

Otros de los contribuyentes que tendrá en cuenta la inspección según el plan de control tributario son aquellos «cuyas rentas se obtengan de entrega de bienes o prestaciones de servicios directamente realizados al consumidor final, puesto que se incrementan los riesgos y la falta de control en cuanto a las formas de pago».

Esto se debe, según José María Mollinedo a que estos contribuyentes «son los más difíciles de controlar porque un negocio que trabaja mucho con consumidores finales tiende a manejar más efectivo y aumenta el riesgo de ocultación de ingresos».

3- Incoherencias entre los signos externos de riqueza y los ingresos declarados

El Plan de control tributario también tendrá en cuenta a los contribuyentes «cuyos signos externos de riqueza, de patrimonio, de rentabilidad o información financiera sean incoherentes o inconsistentes con respecto a las rentas declaradas».

En el plan de selección de los técnicos entran algunos de los negocios que presentan discrepancias entre lo que se declara y lo que el Fisco conoce por sus bases de datos.

Cuantas más discrepancias tiene un contribuyente, más posibilidades tendrá de ser llamado. Esas discrepancias pueden ser muy variadas: «personas que presentan bajas rentas o bajos beneficios y que, sin embargo, tienen desde vehículos de gama alta hasta embarcaciones recreativas o incluso son titulares de una tarjeta visa oro. Ese tipo de cuestiones, que son signos externos, ya nos determinan y levantan las sospechas», explicó José María Mollinedo

Fuente: Autómonosyemprendedor.es